Thursday, January 30, 2014

Qué estamos declarando?

Sabes que mientras más lejos veía la restauración de mi hogar, más me levantaba a interceder y desatar una palabra de vida. Era la única forma de ver lo que creía en fe. Claro, hubo momentos y tiempos, en que en mi humanidad me desanimaba y le decía al Señor “hoy no quiero orar por él, sabes que me hirió y tengo mucho coraje”.  Para qué fingir, si Dios nos conoce mejor que nosotros mismos? Luego de un periodo de silencio, de berrinches y desahogo, el Señor volvía a animarme a que me levantara, levantara mis armas, y volviera a la batalla.  Sabemos que sin batalla, no hay victoria, y ya Él me la había entregado, pero era necesario que yo también accionara, e hiciera mi parte.


El cumplimiento de esta promesa tomó cinco años (o un poco más). Al final, inclusive estaba decidida a dejar todo atrás. Pero aunque nosotros nos cansemos o podamos desistir, Dios no olvida sus promesas, es fiel, y la palabra que Él te da, se va a cumplir, inclusive por encima de nosotros mismos si es necesario!!
Recuerdo que mi esposo vivía en casa de sus papás, en el mismo complejo de apartamentos, y cuando venía a pasear a los perros (que actualmente tenemos), lo que para muchos sería una locura, pero Ezequiel 37 nos dice: “que tenemos que declarar vida sobre todo lo que esté muerto o seco, porque por medio de lo que declaramos es que obtenemos bendición o maldición, pues la palabra que declaramos tiene poder!!! Y así lo hice, y me paraba por la ventana del cuarto de oración, y sin él saberlo, comenzaba a declarar una palabra de vida sobre él. Me montaba en tribuna y con autoridad declaraba: “Israel, en el nombre de Jesús te digo, que eres un siervo de Dios, que en ti hay vida y no muerte, que el ángel de Jehová te acosa, y tu corazón es quebrantado, que tu mente y tu espíritu están atados a la mente y el Espíritu de Dios, que eres libre, predicador de su Palabra, que toda atadura se rompe por el poder de su Palabra, y su sangre te limpia y te redime, que el enemigo retrocede ante la Presencia de Jehová de los Ejércitos…y así día tras día, oración tras oración, reclamaba las promesas de Dios para mi vida y mi casa. Dios nos capacitó, nos dio las herramientas y la autoridad para vencer. Por eso, no podemos rendirnos! Aun si toma más tiempo del que esperas. Esa palabra que se creyó y se declaró en fe, se hizo visible en lo natural. Qué estamos declarando?
Puede el enemigo robarnos algo que NO nos ha dado? No. Por eso intenta robarlo, destruirlo, NO lo dejes! Arrebata tus hijos, tu matrimonio, tu salud, tu familia, tus finanzas, tus generaciones y todo lo que por heredad te pertenece. Hoy desato una palabra de vida y bendición sobre tu vida, y declaro en el nombre de Jesús que todo lo que ha estado muerto o seco, vivirá! Que hoy recibes restauración, libertad, y sanidad!! Dios te bendiga!!!

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